SOTTO VOCE...

La cucharilla revuelve el lento caminar del té en círculos perezososamente concéntricos, acariciando suavemente la taza, mientras mis manos se deslizan inconscientes sobre ella en busca de calor. Hay tardes en las que te acurrucas entre las letras y escribes lo que te susurran, como si hablaras contigo misma "sotto voce", como este otoño que aquí discurre lento, lentísimo, bajo una lluvia interminable. Como las guerras retransmitidas en directo que lo chorrean todo de sangre, mientras nadie mueve un dedo por pararlas. Entre investiduras fallidas y negociaciones soterradas que finalmente han prosperado. Deseo por el bien de todos que haya merecido la pena el cisco que han montado, aunque permitidme que lo dude. Todo evidencia lo desnaturalizado de un sistema ineficaz para imponer la cordura donde ha desaparecido. En el que tristemente nuestros votos no valen nada. Ni aquí, ni en Europa, ni en ninguna parte. No tengo dudas que este sistema es el menos malo -de entre los que existen- pero me da coraje ver intercambiarse los cromos al mejor postor. No me gusta lo que está ocurriendo. No me parece honesto que nuestros representantes trafiquen con nuestros votos sin nuestro consentimiento"ex-plí-ci-to". Ninguneándonos. Decidiendo al márgen de la voluntad popular -que nadie ha consultado- sobre cuestiones de vital importancia.

Entendedme, no cuestiono en absoluto su legitimidad para hacerlo, la tienen TODA. Cuestiono la forma y estilo. Nos han aburrido hasta el extenuación con "el consentimiento claramente manifestado" con ocasión de la Ley del "Sí, es sí" y sin embargo ahora, han abusado obscenamente de todos sin el más mínimo recato. Todo se ha llevado en la sombra. En los papeles aparece, lo que puede aparecer. ¿Alguien sabe a cambio de qué votó BILDU al PSOE? Dicen que por precaución, ellos -algunos de ellos- que antaño reclamaban luz y taquígrafos, como los otros, cantando a dúo "el donde digo DIGO, digo DIEGO". Lo siento, una cosa es que se cambie de opinión o que la ciencia evolucione y unos descubrimiento evidencien el error de los anteriores, otra cosa es la palabra dada. La palabra dada, si muta a lo contrario, ni es palabra, ni es nada.  Y sí, ya está hecho, pero...¿Qué confianza nos puede merecer un gobernante que primero asusta con que hay que parar a la extrema derecha, pidiendo el voto para ello y ahora pacta con la ultra derecha Catalana y la derecha Vasca? ¿Es que allí son todos zurdos? No entiendo nada.

Porque el debate de fondo, no es "amnistía sí o no". Creo en el perdón y en explorar vías de entendimiento, imprescindibles para toda convivencia. Lo que no me gusta, lo que de verdad me ha molestado, es la forma y a qué precio. Nunca antes había visto gestarse un cisma tan enorme como el que ahora nos divide. Mucho más que meramente ideológico, de partidos o banderas. Hoy, lo que realmente existe en este país, es un enfrentamiento "dialéctico" por ahora, -cruzo los dedos- entre los que creemos en la honestidad, la coherencia y el respeto a la hora de hacer política, frente a los del "todo vale al precio que sea".  Lo siento, a mi no me vale, soy así de rarita. Otra cosa es que asuma y acepte esta investidura y todo lo que conlleva, como no podía ser de otra forma. Desprecio a los agitadores reaccionarios, me avergüenza el comportamiento de la oposición, pero respeto y comparto el malestar pacíficamente manifestado de muchos -de izquierdas, tanto como de derechas, del pueblo, no de los políticos- ante todo lo ocurrido.  

Estoy en un bucle del que no consigo salir. Como si anduviera por las escaleras de Escher, subo, bajo y vuelvo a bajar subiendo intentando salir sin conseguirlo. La política se ha convertido en una ratonera en mi cabeza. Nosotros -ratoncitos de Paulov- salivamos cuando nos dan una descarga. Todo lo que sucede lo siento así. Una tremenda descarga que nos electrocuta y lejos de soltar el cable, nos enrollamos todo el cuerpo con él. 

En el fondo, la culpa de este desvarío la tiene tanta lluvia como llevo soportado en estos meses de interminables cielos grises. Mi pobre cerebro se me está enmoheciendo. Eso y que estoy aterrada. Me asusta la inconsciencia de quienes debiendo velar por todos nosotros, nos dejan a merced de los lobos y se van de copas entretenidos en sus intrigas y trapicheos. Tenéis que perdonarme, sé que estáis hartos de política. Prometo no volver a hablar durante ...los próximos cinco minutos que consiga no pensar en ella. Me voy a concentrar. Lo prometo : ) 

PD: Sé de sobra que esta vez sí que me he metido de cabeza 

en un jardín, de esta voy a diplomarme en jardinería ; )

Deseo de corazón que entre TodoS,

logremos encontrar esa luz, 

que nos indique

el camino de vuelta a casa.