Y TÚ ...¿DE QUÉ ESTÁS HECHO? :))

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¿ Nunca os habéis preguntado de qué estáis hechos sobre todo? Digo sobre todo, porque cada persona es la mezcla de un cúmulo de sustancias y elementos en diferentes proporciones y porcentajes. En unos prima lo sólido sobre lo etéreo, en otros lo líquido frente a lo sólido. Ante la sorpresa que nos producen algunos comportamientos solemos decir...¿de qué pasta estará hecho? ¿tiene sangre de horchata? ¡¡su corazón es de piedra!! 

Para Hipócrates estábamos formados por humores , sangre, flema, bilis negra y mararilla, de su equilibrio porcentual dependía nuestra salud. Para Shakespeare...“Somos del mismo material del que se tejen los sueños”. Aunque creo que no todos. Algunos  han olvidado cómo soñar, si lo hacen solo tiene  pesadillas. Para Ernesto Cardenal solo...

"Somos polvo de estrellas"

Otros dicen que somos...

“lo que comemos”

Suena todo a locura, lo sé. Nada más lejos que sentar cátedra o descubrir la pólvora. Casi todo está inventado y mi estupidez existe, pero es tamaño moderado. Solo os cuento aquí, lo que me bulle dentro. Sin ningún ánimo, nada. Hacerlo pone en orden mi caos visualizándolo en letras. Os lo comento siempre, mi mente está cómoda centrifugando palabras. No supongáis cuando la identificaba con el mar de los Sargazos  y a mis pensamientos con lechugas que surgían incesantemente en él que era lenguaje figurado o metafórico, no. Es la pura verdad. Por eso hablar y escribir me es imprescindible, tan instintivo como respirar. Exhalo e inhalo palabras cada vez que respiro. 

Pero... 
Cada persona es un mundo.
Tooodoss somos...

...Igual de diferentes.
En el fondo... parecidos a nadie.

Hay personas etéreas, 

otras mazacotes contundentes. 

Algunas son de hielo, 

otras de lava incandescente. 

Muchos de plástico, piedra,
comida, ladrillos, madera, 

números o dinero indecente.
Unos pocos de ideas, 
música y viento.

Alguien me dijo aquí que él hacía lo que quería con las palabras. Siempre encontraba las adecuadas para  dibujar y arropar sus ideas. Me dio la impresión que entendió que yo no. Es cierto, yo no encuentro la palabra adecuada para cada idea, no. A mi me cae el ropero entero encima en cuanto me pongo a escribir. No encuentro una palabra por idea, encuentro mil millones de palabras de todos los sabores, colores y olores. Podría versionar la misma idea de cuatrocientas formas diferentes. Sumado a que lo interelaciono todo y que las ideas surgen como palomitas al aplicar calor al maíz, el resultado es obvio. Vosotros lo sufrís. Fabrico tochos instantáneos. Esa es otra. Me asombra cuando suponéis que curro aquí. Amén de que es un inmeeenso placer, tardo más en revisar mi dislexia y disfunción ortográfica, que en escribir. Si se entendiera mi natural arameo, sería feliz. Sin embargo como veis, giro una y otra vez preguntándome por qué si en realidad soy de naturaleza discreta, incluso tímida me dan esto desparrames verbales. Es como si esa parte de mi anduviera a su bola. 

No es que me preocupe, entendedme, me tengo más que asumida, es más, disfruto como nadie. Lo que me pregunto es por qué tanta incoherencia dentro de mi. A veces  pensando en esto, se me hacen cortocircuitos en la cabeza. Mi ego es pequeñito, cambio vanidad por cariño a ojos cerrados. Puede que tenga alma de perro, no sé. Solo sé que no puedo evitarlo. 

Todo este rollo y cavilaciones mías 
 porque el otro día encontré una posible explicación. 

Escuché algo que me sonó tan bonito y perfecto 

que me quedé sonriendo embobada pensado en ello. 
Fue esto...

 “Somos seres espirituales viviendo 

una experiencia humana” 

No a la inversa como suele decirse y pensé ¿por qué no? ¿qué sabe nadie en realidad? Me pareció precioso y sobre todo de ser cierto, justificaría mis desajustes. Porque si es verdad que somos seres espirituales envueltos en un cuerpo,  sé perfectamente de qué estoy hecha. Soy palabras forradas de cuerpo. Eso es lo que soy. Nada más que eso. Por eso se me escapan sin querer al respirar. Por eso nadie debe agradecérmelas. A los grifos no se les da las gracias por verter agua. Soy yo la que os daré siempre las gracias por dejarme respirar aquí, con vosotros.

¿ De qué estáis hechos vosotros ?

Un beso