¡¡¡Muchísimo peor que los Corsarios!!!

Hoy, siento desilusionaros, pero la cosa no va, ni de barcos, ni de corsarios ; al menos, no de corsarios globosféricos.

Ahora mismo, son más de las tres de la madrugada. Hace hora y media que me había acostado, pero mis ojos no estaban dispuestos a cerrarse. Después de cien vueltas en la cama, de espachurrar otras cien veces la almohada y de conocerme el techo a la perfección. He decidido levantarme y contaros lo que me tiene hoy desvelada. Quizá así Morfeo se apiade de mi y por fin, me lleve con él…

Hasta hoy, nunca os había hablado de mi trabajo, que casi siempre es el causante de mi insomnio.

Esta noche, cuando he llegado, me he encontrado un e-mail de un amigo, sin duda con buena intención, pero se lo podía haber ahorrado, donde me filtraba el contenido de “un informe de Fiscalía” que mañana me notificarán por la vía ordinaria.

Os explico, en el sistema jurídico español, el Ministerio fiscal es el encargado de impulsar de oficio los asuntos penales y de ejercer la defensa y representación de menores e incapaces, en los civiles.

Pues bien, en el e-mail, me informaban que fiscalía recomendará, actuando “supuestamente” en defensa de una menor de 15 años, que llamaré “H”, que ésta, continúe las visitas con su padre, en le Centro de mediación familiar, tal cual viene sucediendo hasta la fecha.

La historia es la siguiente:

Hace unos cuatro años, llevé el divorcio de los padres de “H”, cuyos detalles os ahorraré para no aburriros. Pero os aseguro que es uno de los que más noches me ha tenido, como ésta. Y a pesar de haber ganado los más de doce juicios que llevamos a las espaldas - no porque sea buena abogado, sino porque duermo poco- He sufrido, ¡como ni os imagináis!..ni os cuento ellas dos.

Desde el principio y como medida cautelar, debido al carácter violento de su padre y a las mil perrerías que les había hecho a “H” y a su madre, se fijó un régimen de visitas cada 15 días, durante tres horas en un “Centro de mediación familiar”.

Como “H” vive en un lugar, que no dispone de estos centros, cada 15 días desde hace 4 años, debe desplazarse 32km. para estar con su padre y regresar. Cada 15 días, esta niña se sube al coche de su madre, a veces llorando, a veces gritando. Unas veces a rastras y otras resignada, para tras 35Km. de viaje, comenzar su particular calvario, ver delante a su padre, quizá la persona que más daño le haya hecho en este mundo.

Tampoco podéis imaginaros, la torre de informes psiquiátricos, psicológicos y de todo tipo que durante todos estos años vienen recomendando, la suspensión de estas visitas, fundamentalmente, para preservar la salud y el equilibrio emocional de “H”.

Ni os creeríais la de recursos, escritos y conversaciones que he tenido con todo hijo de vecino, para que se suspendan, pero… no hay manera.

Cada vez que pido nueva revisión del asunto, el derecho - está claro el de quien- a relacionarse, entre padre e hija, prevalece frente a toda consideración y … más de lo mismo.

Y mañana, tendré que llamar a “H” y decirle que nuevamente, el Ministerio Fiscal, ¡¡¡ encargado de velar por ella y de protegerla !!!... Ha recomendado que continúe su martirio…

¿¿¿ Alguien lo entiende ???

Es que…

¡¡¡ necesito que alguien me lo explique !!!

Porque a mi, se me ha puesto un nudo en la garganta, solo de pensar, que mañana tengo que hacer esa llamada…

Hoy, no os dejo poema, que se me ha cortado la vena lírica.

¡Vamos! Que si veo ahora poesía, me pongo a llorar y es que no paro...

Pero no de pena…de impotencia.

En fin, no os preocupéis, mañana, como siempre, me pondré mi armadura blindada y nadie sabrá,

lo que me ha ocurrido esta noche…salvo vosotros, claro.

Un beso y…gracias por estar ahí.