"HÉROES QUE NACIERON, CON LAS ALAS MELLADAS"

Quizá si os digo de pronto... “El diablo sobre ruedas” a alguno de vosotros, únicamente os venga a la cabeza, una de las primeras películas de Spilbert, pero no, no voy por ahí. “El diablo sobre ruedas” del que me gustaría hablaros hoy, es una licenciado en Filosofía por la Complutense, guionista, escritor, disc- jockey y... Paralítico cerebral.

Bueno, por esta vez, me voy a pringar y bien pringada, pero...

¡¡Qué es la vida sin riesgo!! ;-)

Veréis, de quien os hablo, es alguien a quien quiero mucho y además, os cuento con muchísimo orgullo que es mi primo. Realmente su padre, es el que de verdad es mi primo, pero esto de los segundos y terceros, como que nunca me ha gustado demasiado. Mucho menos, cuando para mi, está de los primeros en mi corazón. Bien, se llama “TOÑO”, seguramente jamás leerá esto, al menos por mi bien lo espero, porque eso supondría que mi familia ha localizado este blog y si eso ocurriera, me temo que echaría el cerrojo “ipso facto” y no pararía de correr hasta perderme en la selva Amazónica...

A riesgo de tener que deciros adiós si eso sucede, hoy, no podía dejar de hablaros de él. Decir lo que quieres, en el momento en el que te apetece y te sale, son de los lujos que “supuestamente” te permite este medio, y para mi, eso es algo impagable.

Toño, es alguien tan especial, que necesitaba hacerle mi particular homenaje, que además coincide con el que le van a hacer en mi pueblo, concediéndole algo así como las llaves de la ciudad, pero como en mi tierra somos tan tragones se llama “el botillo de oro”.

Este, es mi manera de expresar la admiración que siento por él y por todos cuantos como él, a pesar de nacer con las alas melladas, las despliegan cada día con tal majestuosidad, coraje y alegría, que se les mira y ni ves la silla de ruedas a la que desde siempre han estado clavados. De cerca, ves un ave Fénix deslumbrante, que te ciega con su brillo y que te convierte a su lado, en un insignificantes insecto.

Bien, como os he dicho, Toño, nació con parálisis cerebral. Teníais que verlo de pequeño, era como un pollito con cara de ardilla. Sus pelillos siempre encrespados, sus ojos como dos chispas saltarinas y su boca, que en él lo es todo, con la palabra más impensable y sorprendente, pero siempre, increíblemente oportuna.

Desde el primer minuto de su existencia, su padre, que es un tipo genial, ya se sabe, “de tal palo tal astilla”, recorrió medio mundo en busca de soluciones médicas a sus múltiples problemas físicos, sin demasiado éxito. Sin embargo, le enseñó algo, en mi opinión importantísimo, le enseñó, a quererse, a tirar “palante” y sobre todo, a reírse de si mismo...Y es que, esto de la sonrisa, en mi familia, nos viene impreso en los genes...Bueno, si algo me ha impresionado siempre de Toño, es su capacidad de lucha, su inagotable optimismo y sobre todo, su desparpajo.

Es la persona con más morro que he conocido en mi vida...

¡¡Es que no se corta un pelo, ni ante nada, ni ante nadie!!

Te mira, con su cabeza medio ladeada y te suelta lo que en cada momento le sale, eso sí, con la mayor de las sonrisas y un ingenio tan apabullante, que aunque te esté llamando ¡¡cacho imbécil!! te sienta como si te estuviera dado un beso, y eso pienso, es casi un arte.

Recuerdo, que cuando cursaba los últimos años de sus estudios de Filosofía, viviendo como vive en Madrid, decidió trasladarse a Salamanca, por aquello de poner a prueba su autonomía. Su madre, que es otro encanto, le dijo: “pero a ver Toño, ¿cómo te las vas a arreglar tú, allí solo, rodeado de gente desconocida?”.

El la miró, con esa dulzura ácida que tiene y le dijo: “Mamá, tú tranquila, ¿no te das cuenta que al ir sentado en una silla de ruedas, sólo se te acercan buenas personas? y de eso, hay en todas partes”... Bien, pues con esto, ya os lo he dicho todo.

Quizá lo hayáis visto alguna vez, en el programa de la tele “El Hormiguero”, si es así, quizá también estéis al tanto de la polémica levantada con sus intervenciones. Yo, que queréis que os diga, la primera vez que lo vi en la pantalla, casi muero de la impresión, pocas veces en mi vida he saltado propulsada, para decirles a todos, como una loca, pero...¡¡¡Si es Toñíiiiin, Toño... Mi primo!!!

En fin, Toño, que te quiero, que estoy orgullosísima de ser tu prima y que me alegro infinito, que por una vez, la vida sonría a alguien, que como tú, de verdad se lo merece...Aunque jamás leas esto, necesitaba decirlo.

Os dejo con él, “El diablo sobre ruedas” espero, que os saque una sonrisa, porque él, es la sonrisa más brillante que existe,...Y os lo juro, no es amor de prima. ;-)

Su primera intervención en “EL HORMIGUERO”.

Por favor, no os lo perdáis.

“La vida al revés, de TOÑO”...Y este, menos aún.

Que estos, diablejos con alas invisibles, continúen levantando el vuelo y...

Nosotros abajo, sigamos disfrutando... Viéndolas volar.

Vosotros también, volad y sed felices.

Un beso.