"ÉRASE UNA VEZ EN AMÉRICA"

Bien, esta vez, la cosa vuelve a ir, de cine...Bueno, ja,ja...Tampoco es eso.

Aunque, comparado con como anda todo el mundo últimamente...

por aquí y fuera de aquí...¡¡Mejor, no me quejo!! ;-)

Lo que en realidad quería decir, es que en esta entrada,

para distraernos un poco, de tanto panorama lúgubre,

voy a hablaros, de una película:

“ONCE UPON A TIME IN AMERICA”

“ÉRASE UNA VEZ EN AMÉRICA”

Para ir creando ambiente, me vais a hacer el favor, de escuchar un pedazo precioso de la banda sonora que compuso Ennio Morricone, para ella. Seguramente una de las bandas sonoras más maravillosas que se han escrito jamás para una película. No me lo podía creer, cuando finalmente en el año 2.006 le concedieron el oscar honorífico a su trayectoria, porque...¡¡Menuda trayectoria!! ¡¡más de 500 bandas sonoras entre las que se encuentran algunas de las mejores y más bellas melodías de la historia del cine!!... Finalmente a las mentes privilegiadas de la industria cinematográfica Hollywootiense, se les hizo la luz, tras haberlo nominado hasta en cinco ocasiones y no habérselo concedido en ninguna....

Como curiosidad os contaré, antes de comenzar, que Ennio Morricone y Sergio Leone, que es el director de esta película, fueron juntos al cole de pequeños. Pasando el tiempo, se reencontraron. Y... ¡¡Lo que es la vida!! Morricone, se hizo imprescindible para Leone. Encargándose, de la mayoría de las bandas sonoras de sus películas, algunas tan famosas como....”Por un puñado de dólares”, “El bueno, el malo y le feo” y “La muerte tenía un precio”, westerns que segurísimo le encantan a Malo. ;-)

A mi, este género no es que me entusiasme, pero estas tres son, de las mejores, ya sabéis, con el duro Clint Eastwood en todas ellas. Sin embargo, a Sergio Leone, le hizo mucho daño el encasillamiento sufrido por este género, llamado al ser él italiano, “espagueti western”... Hasta creo que existe una calle en su honor en Almería, donde rodó muchas de ellas.

La de hoy, no va de vaqueros, que conste.

Por favor, dadle al play...

Pues veréis.

Para los que no conozcáis esta película, seguro que pocos, os aviso para cuando os animéis a verla, debéis ser consciente de ante mano, que os esperan casi cuatro horas de cine, 220 minutos para ser exactos. Parece mucho, pero se pasan enseguida, al menos, eso es lo que a mi me ocurre...(Cortaría dos o tres pedazos, pero, poco más) En alguna ocasión se ha comercializado partida en dos, pero fue concebida para ser proyectada de un tirón.

Otra cosa de la que también quiero avisaros, es que no debéis preocuparos si, tras ver aparecer el “THE END”, tenéis la sensación que os habéis quedado sin pillar la mitad, es normal.

La estructura argumental de esta película, es un poco compleja. Es una especie de elipse, que se desarrolla, utilizando constantemente la técnica del “flash back”, es decir, se altera la secuencia cronológica, pasando en numerosas ocasiones, del presente, al pasado.

Por último, os recomiendo si podéis, que la veáis en versión original. Mucho mejor subtitulada, si el inglés se hace muy cuesta arriba, que doblada.

Mientras supongo suena la música, os contaré además, que este fragmento que escucháis ahora mismo, corresponde a un tema que se llama... “I Knew loved you”

Celine Dion, también ha hecho una versión preciosa de él.

Bueno, comenzamos...

Érase una vez en América, es la obra póstuma del director Italiano, Sergio Leone, a quien la élite de los cinéfilos e hipercultos del cine, ningunearon durante toda su vida, por considerar que su cine era popular y de baja intención artística. Nunca he comprendido como se puede ser tan ciego, la verdad.

Pero la incomprensión del cine de Sergio Leone, no se redujo a la cúpula de la crítica erudita y snob...Cuando se estrenó esta película, en el año, 1984 en Estados Unidos , fue un rotundo fracaso de taquilla, seguramente porque la mayoría del público americano, consumía mayormente, cine facilón y de plano mascado.

En fin, por aquello de ser justos, os confesaré que la primera vez que vi esta película, lo hice, acompañada de unas amigas que salieron del cine resoplando y a punto de morir en el intento. A mi sin embargo, me intrigó mucho y hubo algunas escenas que de verdad, me dejaron encandilada. No sé si será porque soy muy curiosa o porque tengo debilidad por las cosas que de primeras, todo el mundo desprecia o ve, como con aprensión. El caso es que volví a verla unas cuantas veces y cuanto más la veía, además de comprender mejor la historia, basada en la vida de un ganster real, llamado Goldberg, encarcelado en su día en la prisión de Sing-Sing, me gustaba más y más, hasta convertirse en una de mis pelis favoritas.

La historia de Golberg, la utilizó Harry Grey como base de su novela “The Hoods” (las campanas) en la que a su vez, se basó el guión de esta película.

Está ambientada en el New York, de los años 20.

En pleno apogeo de los gángsters,

la ley seca y la violencia propia de esta época.

La película, comienza cuando el gángster “Noodles” Aaronson (Robert De Niro) su protagonista, regresa a Nueva York tras 35 años de exilio.

Sus recuerdos se remontan hasta principios de siglo, en los días anteriores a los tiempos de la prohibición. En aquella época, "Noodles" era un pobre chico judío, que conoce en los suburbios de Manhattan a "Max"(James Woods), otro joven de origen hebreo dispuesto a llegar lo más lejos posible, a cualquier precio. Consiguiéndolo, por cierto. Casi como ahora, alguno que yo sé, pasó de ser un gángster, a un alto cargo político. Entre ellos, entablan una gran amistad y forman, con tres colegas más, una banda que prosperará rápidamente...Tan rápidamente como después, se diluirá la amistad entre Noodles y Max.

En el mismo barrio vive una niña preciosa, Deborah Elizabeth McGovern, de la que “Noodles” se enamora, desde le principio. Desarrollándose paralelamente a lo largo de 35 años, las dos historias. De un lado, la evolución de lo que comenzó como una banda de gamberretes de barrio, hasta convertirse en una de las mayores bandas de gangster de todo el país y de otro, la historia de amor, entre Deborah y Noodles. Entre medias, se va dibujando la evolución y trayectoria personal de cada uno de los personajes principales. Noodles, Max y en medio de ambos, Déborah.

La película, tardó en rodarse casi 10 años. Como consecuencia del titánico esfuerzo que hubo de realizar Sergio Leone para sacar a delante este proyecto, llegando incluso a pleitear con la Warner Bros por ella. Comenzó a sufrir problemas de corazón, que finalmente le llevarían a la muerte, sólo cinco años después de haberse estrenado, falleciendo en 1989.

Érase una vez en América es una obra con grandes tintes poéticos , dramáticos y una fotografía, realmente preciosa. Utilizando ese color sepia, que da un regustillo como a antiguo... Es como, un canto a la amistad, que muere corroída por la ambición y las deslealtades. En la que se mezcla en iguales proporciones dulzura y ternura, con extrema violencia y brutalidad. Es una película, a la que en mi opinión uno debe de acercarse como un niño, sabiendo que de pronto, te pega un mazazo y te convierte en adulto, casi, sin transición.

Algún crítico ha dicho, que Sergio Leone, hizo la película más infantilmente adulta, que se ha rodado jamás. Y añadiría que, una de las más grandes y bellas obras cinematográficas de todos los tiempos.

Ahora...

Os dejo, con la secuencia, que probablemente mejor resume todos los ingredientes que componen la película. Incluso yo diría, que ordenados en la misma forma que se desarrollan a lo largo de ella. Comienza divertida y distendida, aumenta la tensión y el dramatismo, aparece la ternura y finalmente, se desencadena la violencia más extrema y descarnada.

Para compensar la anterior, aquí os dejo también, una de las escenas más tiernas de toda la película, fijaos en la fotografía mientras Deborah baila...Si lo hacéis, no os resultará en absoluto pesada. A mi me encanta cuando, le hace hueco junto a ella, apartando las manzanas, pero él prudentemente se sienta en frente...ja,ja,ja

Pero ...¡¡Cómo somos las mujeres, siempre con el no, pero sí!!;-)

En fin, espero que os gusten.

No dejéis de verla, si no la habéis visto...

O, volverla a ver, si tenéis cuatro horas en las que no sabéis que hacer...

Y si no os apetece esta, no os perdáis AVATAR,

hace unos minutos que la he visto y aún sigo volando.

¡¡qué pasada de película, increíblemente bonita!!

Mil gracias, Joselu ;-)

Teniendo estas preciosidades...¡¡qué más da, si no deja de llover!!

Nunca habréis invertido mejor, casi cuatro horas...

Un beso...¡¡Os veo!! :-)