¡¡LOS DETALLES!! única diferencia entre... "lo ordinario y lo EXTRAORDINARIO"

Lo mágico no es  lo que nos sucede, 

si no cómo lo percibimos. 

La diferencia  entre lo ordinario y
lo extraordinario está únicamente en los detalles. 

Unos los perciben, los disfrutan, los valoran, 

para otros, pasan totalmente desapercibidos. 

Quizá ahí esté el quid 

de por qué algunas personas sin motivo aparente, 

se sienten más a gusto que otras
 viviendo vidas semejantes e
incluso bastante más complicadas.

Sé que es muy simplista esta forma de plantear algo tan complejo como la insatisfacción permanente que agujerea la vida de media humanidad.  Soy muy simple, así que en mi linea, simplificando lo complejo y despejando la X, podríamos dividir la humanidad en personas primarias, secundarias y pasadas de rosca:-)

A las primarias, con cubrir necesidades básicas les llega. Comer un plato caliente, tomar una cervecita con los amigos, pegar cuatro berridos si gana o pierde su equipo, pillar alguna vez a su pareja ( o a quien sea) para desentumecer los músculos, cerrar  los ojos y amanecer al día siguiente, es todo. 

Esta gente funciona en lo que podríamos llamar, modo básico, ni necesitan, ni tienen, ni aprecian los detalles... su vida es plana. Como una linea infinita de puntos idénticos que siguen uno tras otro, día tras día, hasta llegar al the end.

Igualito que las vacas que pacen en la pradera. Mueven el rabo para espantar las moscas mientras engordan si son de carne o se dejan ordeñar mansamente si de leche, para caminar pacíficamente al matadero cuando toca. No hay más.

Las que han pasado al segundo nivel, son las secundarias. A este escalón debería subir todo el mundo a medida que su cerebro se desarrolla, pero va a ser que a algunas personas se les encasquilla y por eso se quedan en modo primario de por vida. En algunas ocasiones tras pacer y hartarse de comer hierba, les pega un brinco y  vuelve a funcionarles. 

Aquí las personas se hace preguntas, busca respuestas, encuentra demasiadas preguntas sin respuesta. Suben, bajan, van y vienen buscando no se sabe qué, pero buscan... al menos durante un tiempo. Los más ambiciosos corren  tras ese destino u objetivo profesional, artístico o empresarial en el que centran su carrera vital y no ven más. Los más convencionales mientras se preguntan y olvidan responderse, persiguen el coche, la casa, la pareja, los hijos, conseguido lo cual, su vida pasa a modo stand by, semejante a los primarios, pero en más curioso y aparente.

Por último, los más arriesgados. Los que se enfrascan en la búsqueda de la adrenalina perdida o deseada, según si llegan o no a probarla. Esa que genera el cuerpo y produce tanta satisfacción tras deportes de alto, medio y bajo riego, dependiendo de la altura desde la que se precipita el alma, el cuerpo o solo el bolsillo. Según el número de accidentes que sufran en la práctica del deporte elegido, sentirán su vida satisfactoria, altamente satisfactoria o nada satisfactoria. Una  minoría, el selecto grupo de los elegidos, disfrutará de la vida en estado puro, planeando sobre ráfagas de viento o cabalgando sobre relámpagos, en ambos casos, viviendo al cien por cien. Una amplia mayoría, hará eso, solo a ratitos, mientras  coge carrerilla para volver a subirse. Los casos críticos, por exceso de porrazos  en el proceso -los siniestro total-  de tanta magulladura sufrida, llegarán a considerar su vida, un verdadero asco. Ya se sabe que cuanto más alto se sube, salvo seres pájaro, la caída suele ser muy dura. La maldita fuerza de gravedad hace que todo lo que suba, baje y por desgracia,  solo los gatos caen de pie.


De los pasados de rosca, hablamos otro día, también hay muchos tipos pero tengo que pensármelo un poco más, quizá esté entre ellos:-)

Bien, cualquiera que sea la trayectoria que cada uno siga en su vida, no es lo mismo caminar robotizado, con el cuello rígido y la mira fija en un punto, la meta, que hacer ese trayecto disfrutando del paisaje. Podremos alcanzar o no el destino deseado, pero el viaje, no tiene color y eso, no nos lo quita nadie. Apreciar los detalles, los gestos, esas cosas pequeñitas, a veces insignificantes, marcan la diferencia entre lo bueno, lo especial y lo extraordinario... 

Veréis qué diferente puede ser algo que hacemos todos, 
cada día ¡¡ despertar !!

-Un día normalito, que si os lo pongo de fiesta...
Os lo convierto en un lujo asiático,
al módico precio de cero euros:)-

Sujeto UNO:

NO se fija en los detalles...

Suena  el despertador, lo apaga de un manotazo, llega al baño con los ojos medio cerrados, abre el agua de la ducha, entra, alarga la mano, coge la toalla, sale restregándose, se viste, toma una taza de café, muge o farfulla algo a la gente que le rodea que casi ni ve y sale rumbo a su vida...que se deslizará ante él, sin pena ni gloria.

Sujeto DOS:

 SE fija en los detalle...

Suena el despertador, a la vez que lo apaga, acostumbra sus ojos a la claridad remoloneando arrebujado en ese segundo anterior a saltar de la cama. Se acerca a la ventana, ve brillar el sol, caer la lluvia o simplemente siente la brisa fresca del exterior. Camina al baño, abre a chorro la ducha, el vaho empaña el espejo dibujándole tonterías con el dedo. Siente el agua deslizándose sobre su cuerpo, coloca la nuca bajo el chorro que la golpea y energiza de arriba a abajo. Estira el brazo, toma la toalla, la huele, se envuelve, se acurruca un segundo para sentir su caricia mullida y... asoma la  primera sonrisa del día. Se viste, toma la taza de café, aspira su aroma, alborota el pelo con la mano a este, dice algo bonito al otro mientras unta la tostada, siente como cruje, saborea la mermelada, pregunta, responde, ve como le miran, los busca con la mirada, los besa, le abrazan y sale de casa con la segunda de las muchas sonrisas que van a dibujársele a lo largo de un día en el que cada instante puede ser tan especial, como se empeñe en hacerlo si es capaz de parar un segundo, fijarse, pegar la oreja o el ojo, enfocar y no perder detalle.

De los malos detalles pasamos, de esos sí que mejor ni enterarse. Y... que nadie me diga que con las prisas de la mañana no hay tiempo para fijarse, esto se puede hacer a cámara lenta o súper acelerada:-)

Un beso