2046. El pasado ¿pasa, permanece o se repite en el tiempo?

Ahora que todo el mundo parece estar preocupadísimo por el futuro, no hago más que preguntarme...si el pasado ya lo vivimos o va con nosotros en presente. ¿Se vive de atrás hacia adelante o de adelante atrás? tranquilos, creo que aun no me he chiflado del todo :-) Intentaré explicar lo que quiero decir.

Veamos,  tres son los ingredientes de esta ensalada de grillos. Por un lado, las teorías de Karl Marx, en la sucesión de ciclos económicos. De otro, algo que  he leído en algunos blogs últimamente, confirmándome lo que hace mucho sospechaba, debo ser medio marciana:-)   

El tercer ingrediente,  2046   una película del director Wong Kar-wai  secuela de dos antecesoras, casi mejores que ella.  Absolutamente contraindicadas para los adictos a la acción, pero muy recomendables para los amantes del cine preciosista y más cercano a la poesía visual, que al cine al uso. 2046, es música e imágenes para sentarse, disfrutar y encajar piezas. Pelín larga, quizá. Como anécdota os contaré que uno de sus personajes, me recuerda mucho a Amélie, teniendo en cuenta que ella es francesa y la actriz a la que me refiero china, no deja de ser curioso... 

Veréis, las crisis cíclicas las explicaba Marx, como efecto de la expansión y contracción del capitalismo, reproduciéndose en el tiempo comportamientos idénticos, propiciados por la necesidad imperiosa de obtención de beneficios. Este es el gran error de la humanidad, basar la armonía universal en maximizar beneficios a costa de lo que sea. A pesar de saberlo, vivimos reproduciendo este error hasta el infinito, sin saber o querer corregirlo, aprender del pasado y cambiar.  No deja de ser curiosa nuestra incapacidad para abordar una situación más que previsible en abstracto, por conocida y repetida. Pero no, parece ser que la humanidad es tonta rematada, por más que repita curso una y otra vez, no aprueba, ni queriendo.

En la película 2046, un escritor, supone estar escribiendo sobre el futuro, cuando realmente escribe sobre su pasado. Mezclando presente y ciencia ficción, en un tren que sale hacia el año 2046 ( en realidad el número de una habitación de hotel) en el que todos sus pasajeros tienen una misma intención, recuperar la memoria perdida, el pasado e instalarse en él permanentemente. Lo cierto y siento espachurarros la película, es que nuestro escritor, vivió un amor en el pasado, que busca en su presente y  reproduce en su futuro imaginario, hasta darse cuenta, que sólo superando el pasado puede tener un presente. Por eso fue el único pasajero de ese tren, que regresó. Estuvo allí y eligió marcharse. Apearse del pasado y seguir su vida en  presente.

En algunas tertulias blogueras, para mi sorpresa, la gran mayoría de las personas, entienden la vida como una sucesión de pérdidas sufridas en el pasado, que deben ser asumidas como inevitables y constantes, hasta llegar a la pérdida final, la muerte. Sin embargo leo eso y no me reconozco en absoluto. Sinceramente, no tengo ninguna sensación de haber dejado perdido nada en el pasado. Para mi la vida es todo lo contrario, una sucesión de acontecimientos engarzados aun sin saberlo, que en ocasiones se interrumpe, pero de una u otra forma vuelven, continúan y permanece con nosotros siempre. El tiempo, no hace desaparecer nada que nos interese, si nosotros no le dejamos.  Lo transforma, nada más. 

No creo haber dicho adiós a nadie en mi vida, sólo, hasta luego. No creo que exista una sola persona de mi pasado, a quien no abriría hoy mi puerta, de hecho, quien me conoce, sabe que siempre está abierta. 

Da igual si físicamente no me acompaña, el día que entraron en mi corazón se quedaron y ahí siguen. Difuminados o claramente impresos, en grande o chiquitín, pero está tooodo el mundo. Si no es a mi lado, en mi recuerdo. Supongo que por eso no tengo la sensación de haber perdido nada, ni a nadie. De los que se han ido para siempre, tiro de ellos cuando me apetece. A mi padre, por ejemplo, murió hace años, la persona que más he querido en mi vida, lo tengo más que frito con mis charlas que soporta sin rechistar. Nunca se enfada...bueno, si lo hace, no me entero:-) 

Conozco gente desde que tengo uso de razón con la que me he encontrado tras montón de años y en dos minutos, tan a gusto como si el tiempo no hubiera transcurrido en absoluto. Cualquiera que haya sido mi amigo en el pasado, lo es hoy, de hecho no comprendo que alguien lo dude ¿de verdad es esto tan extraño? ¿comprendéis por qué no entiendo esa sensación de pérdida constante que les produce a algunos el pasado? 

A mi el pasado no me ha quitado nada.

Me lo ha dado todo, me acompaña,

jamás me ha molestado para nada.

  Me  ha hecho, quien soy hoy.

¡¡ Más que agradecida con él !!

 

Un beso