¡¡ Ya sabéis... cosas mías, como siempre !!:-)

LLevo unos días con una sensación extraña, veréis...

¿Nunca os ha sucedido, que viendo al rededor tanta desgracia, o mal rollo, os sentís como avergonzados o culpables, por lo bien que os van las cosas o simplemente por sentiros de maravilla ? en cierto modo, es lo que me está sucediendo.

La verdad es que yo siempre me he considerado una afortunada de la vida, sin ningún tipo de merecimiento y con no demasiado esfuerzo, voy caminando por la vida sintiendo que casi todo lo que deseo o he deseado, lo tengo o he tenido. Nunca al 100% claro, pero vamos, que no me quejo. También es verdad que no soy demasiado exigente, necesito muy pocas cosas para sentirme feliz, fundamentalmente, ver bien a los míos, que mi trabajo de sus frutos, sentirme querida, segura, bien por dentro y ya puestos, sí es posible, que luzca el sol... con esto, me sobra.

Sin embargo, en casi todos lo terrenos en los que me muevo, noto, escucho y veo, que a demasiada gente le ocurre todo lo contrario. Unos se desesperan buscando un trabajo que no consiguen, a otros los despiden, pierden su empresa o hacen filigranas para llegar a fin de mes. A quien no le ha salido rana el novio, le abandona su marido, su mujer le araña y le exprime o se cuelga de un amor imposible. Al que no le han diagnosticado una enfermedad gravísima, se estampa contra un árbol o de pronto el otoño le hunde en una depresión tremenda...

Hasta en la blogosfera veo como ciertos blogs, cierran, languidecen o se apagan, no sé muy bien por qué motivo.

En fin que yo, que soy de naturaleza risueña, empiezo a sentirme un bicho raro cuando salgo a la calle, o entro en algunos blogs y veo tanta cara larga. En ocasiones siento que me miran como a una marciana o a una flipada y puede ser, pero es cierto que me siento bien y cuando me siento así, me cuesta disimularlo. A ver, como todos, tengo mis días. Incluso siento que la vida tiene deudas conmigo y yo con ella, pero en general, llevo una temporada especialmente contenta. Pero al ver lo que os cuento, me siento como una presunta delincuente, o descerebrada, a elegir.

Sin ir más lejos hoy mismo, como siempre, llegué al juzgado, donde ya somos todos como de casa y tras preguntar como iba todo y bromear... pues no sé ¡¡ con lo que fuera !! de pronto, se me echaron todos encima, reprochándome mi buen humor. La Secre, que es muy maja ella, se me acercó y me preguntó ¿a ver María, qué motivo tienes tú para venir siempre tan contenta? y a mi me dio la risa, porque sin dudarlo le dije ¡¡todos los del mundo!! ... ¡¡seguramente como tú, solo que tú, no te das cuenta!! y entonces... ocurrió algo que me dejó helada.

Me agarró del brazo, me pasó a su despacho

y me contó en unos minutos,

tal cantidad de desgracias entre hipos,

que se me nubló la cara.

¿Y qué haces en esos momentos?

Si os digo la verdad, casi termino llorando a duo con ella, porque la verdad, su vida es todo un poema. Soltarle uno de esos sermones insufribles e imposibles de aplicar... ¡¡ ni habla!! Decir... ¡¡mujer, no pasa nada!! menos... ¿cómo consolar lo inconsolable ? mejor quedarse callada y escuchar. Sólo te queda eso, transformarte en pañuelo, y... que se suenen a gusto, no hay nada que decir.

Pero luego, te preguntas...

¿ Con qué derecho me siento yo feliz,

habiendo lo que hay, al rededor ?

¡¡ Cómo no va a tocar las narices verme sonreír,

lloviendo lo que les llueve a algunos !!

Aquí en los blogs a veces he sentido algo parecido y me he dado cuenta, que por mucho que a mi me salga bromear casi siempre, en ocasiones eso resulta irritante y hasta ofensivo para algunos. No digo nada, cuando me salen los mimos... De verdad que lo siento, en manera alguna quiero parecer insensible, superficial o que todo me resbala, menos que voy levitando dos palmos sobre el suelo, me gustaría, pero me temo que no tengo esa suerte. Piso la tierra y sé perfectamente lo que hay.

Al contrario, lo cierto es que me da muchísima pena ver a la gente mal y no poder hacer nada por ayudar. Es más, al final, casi siempre termino contagiándome, yo no sé como se hace eso de poner distancia, llevo toda la vida intentándolo, pero no soy capaz. A veces incluso, ocurre que ya, ni sé cómo actuar. Porque para remate, noto al instante cuando alguien no anda bien e instintivamente me sale darle mimos, que a lo mejor, ni quiere, mal interpreta e incluso a algunos, hasta repatea, que también lo sé.

Bien, hoy me ha salido esto...

Únicamente para intentar explicaros, que nunca he pretendido molestar a nadie, pero es mi manera de ser ¡¡ Ojalá, lo mío fuera contagioso !! !!Ojalá tuviera una varita mágica!! y diciendo eso de ... ¡¡ abracadabra cuernos de cabra !! ¡¡¡ zaaaaaas !!! todo los problemas solucionados, sería la más feliz del mundo, os lo aseguro. Lo sé, suena infantil, a lo mejor también lo soy, pero...

¡¡ Es lo que hay, no hay más !! :-)

En realidad, a mi me ocurre,

como a Melendi...

Un beso