SEGUIMOS A FLOTE, SÉPTIMA PARTE

Ahora mismo, la noche y una enorme luna acompañan a nuestro barco, que permanece amarrado en la calma del mar que nos espera. Yo aquí, con la barbilla apoyada sobre mis brazos, y ellos sobre la amura de estribor; mientras los ojos se me escapan deslizándose despacio por la infinita línea del horizonte...A solas, sientes más que nunca como el agua altera el principio horizontalidad. Justo ahora, de noche, cuando la superficie parece pavimento. No importa lo sólida que parezca la cubierta; tu ingenio y tu cerebro, siempre están alerta, poniendo a prueba a tus piernas. De pronto, te conviertes en una especie de compás humano, intentando guardar el equilibrio. En ocasiones si hay suerte, es tu cuerpo el que percibe, tus movimientos los que responden de manera instintiva, y es tu mente, justo entonces cuando desconecta, se deja querer y de verdad siente la caricia del mar.

La última vez que nos vimos, estaba a punto de presentaros a nuestro proveedor oficial, a nuestro druida y chamán particular...

MALO.

El es un hombre corpulento, con una enorme pelambrera y barba blanca, sobre la que coloca hierbajos para protegerse de los malos espíritus. Su rostro sin embargo es jovial, sus ojos chispeantes y su voz retumba en el aire, cada vez que la lanza, cantando las maravillas de los productos que nos ofrece. Ha surcado mil y una vez los siete mares, se conoce todos los escondrijos, todas las corrientes y todos los recónditos lugares del planeta. Tiene a mano siempre la solución perfecta para cada problema y aun cuando no viaja permanentemente en nuestro barco, en cuanto Marina lanza al albatros en su busca, aparece ipso facto, en su bajel, a rebosar de artilugios extraños y mercaderías, de los más recónditos lugares de la tierra.

RICARDO.

Hombre enigmático donde los haya, en tiempos espía del CNI, mano derecha de altos mandatarios, siempre con gafas oscuras, pero sonrisa resplandeciente y encantadora. Presto a pegar la oreja ente cualquier novedad que suceda, rapidísimo de reflejos y hábil como nadie en el arte de camelar y conquistar, eso sí, siempre con toda honorabilidad. Amigo sincero de sus amigos y así de pronto, puede sorprenderte, lo mismo preparándote una sofisticada cena, que un pincho de tortilla.

FRANCISCO.

Hombre de letras, mirada seductora, alto y con cara de listo. Extremadamente educado y de movimientos pausados. Su obsesión por los libros, es tal, que en ocasiones es dificilísimo verlo, fuera del enterramiento constante en el que vive en su camarote, oculto bajo toneladas de ellos.

ALBINO.

Es nuestro afamado periodista, lo que podríamos llamar un hombre “redondito”;-). Sonrisa redonda, cuerpo redondito pero no demasiado y sobre todo, dicharachero, parlanchín, afable, culto y muy, pero que muy viajado. No os podéis ni imaginar la cantidad de personalidades de todo tipo y pelaje, que ha conocido a lo largo de su vida. Siempre trajeado e impecable, como recién salido de la ducha. Pluma en ristre, siempre dispuesto a anotar en su cuaderno, cuanto nos ocurra.

MUYSR.MIO.

Es enorme. Unos de esos, que miras desde abajo y parece que no se termina. Dibujante y publicista listísimo y compulsivo, permanentemente pegado a un cilindro en el que va guardando las últimas ideas geniales que le catapultarán a la fama y hará que se lo rifen las multinacionales de toda la galaxia. Sólo tiene dos problemillas, es tan tímido que corretea por cubierta constantemente al único objeto, de desaparecer de la mirada de cualquiera; y tan modesto, que siempre tiene la cara enrojecida de los cachetes que se pega, castigándose por sus supuestos pequeños errores.

MIGUEL.

Siempre con la palabra justa en una boca que siempre sonríe. Su altura y su destreza, se miden de igual a igual. Maestro de maestros, espadachín consumado y luchador incansable contra el regular, el mal y el peor. Solo cambia su espada por un libro y un libro sólo, por una puesta de sol.

JOAQUIN.

Es la pachorra personificada, jamás se altera por nada. Con una paciencia infinita, bondad en la mirada, extremada sensibilidad y capacidad para mimetizarse y camuflarse donde sea, mientras elabora en su mente las futuras construcciones pétreas o de palabras.

EL HERMANO BRETEMA...BRE, para los amigos.

Es tan delgado, que parece transparente, si no fuera porque su hábito marrón le envuelve. Alto, como un mástil y en permanente estado de ensimismamiento. Tan servicial, cuando aterriza, que si se pudiera convertir en bayeta, lo dejaría todo como un jaspe y permanentemente atareado en recordar a todo el mundo, por donde discurre el camino recto. Eso si, con un vinito, sus ojos brillan como luciérnagas y sus piernas repican por cubierta como campanas. Amigo, confidente, siempre dispuesto a escuchar y tan bueno, que hasta las gaviotas abusan de él, robándole la mayoría de las veces su comida.

Y por fin vamos con nuestras últimas chicas.

KIM, nuestra luchadora impertérrita de causas perdidas, aunque nunca del todo. Activista profesional, adscrita a la estética hippie, siempre envuelta en collares y larguísimas faldas, que se remanga si es necesario pelear o cantarle las cuarenta a quien sea.

JARDI, mujer enérgica donde las haya, de sonrisa permanente, capaz de hacer que surja una flor, en el mismo infierno. Cabello encaracolado y cuerpo precioso, enfundado en uno de esos trajes con cien mil bolsillos, en los que uno se puede encontrar de todo. Lo mismo se nos marca un tango, que tira de regadera y nos deja pingando, mientras su risa cantarina corretea por todos los rincones.

PEREIDOLIA, enormes ojos negros, igual que el cabello. De rasgos árabes y voz suave. A lo lejos, emparentada por alguna línea con Zherezade y de cerca, sensual, cariñosa y reservada.

PEGASA, es la belleza del barco, a juego con el resto, pero sobresaliendo. Melena oscura, ojos verdes y unas sinuosas curvas, enmarcadas por trajes sastre impecables, en los que ni con lupa, se les precia una arruga. De mente despierta y polivalente. Emprendedora empresaria, de todo tipo de aventuras financieras y humanitarias. Eso sí, cuando hay jarana, se desmelena y taconea “el sombrero de tres picos” o lo que le echen.

PANTERA, mujer felina y misteriosa. Con una mente de artista, atrapada en un cuerpo de escándalo. Temperamental, sofisticada, sinuosa e insinuante. En constante disputa entre la voracidad y la ternura. La locura y la compostura. Ella dice que es brusca, pero yo diría que más bien es rotunda y con demasiados remordimiento, para una fiera como es ella.

NOVICIA DALILA, nada que ver, con lo frágil y débil de su nombre. Es como un diamante cegador, lleno de aristas. Aún me pregunto, como se ha metido monja... Desparrama alegría y simpatía por donde pasa. A veces te mima como una madre y otras te agarra por la solapa y te pega un meneo. Se contonea por cubierta, con tal elegancia y poderío, que hasta los peces, salen a mirarla. Aguda, chispeante y sin ningún problema en remangarse el hábito hasta donde haga falta, para marcarse un tango o recrear la escena de “nueve semanas y media”... ¡¡Ya veréis, ya!! ...

Y...Supuestamente, aquí terminaba nuestra tripulación, pero a últimísima hora, me ha llegado un telegrama urgente del Alto Almirantazgo Británico , diciéndonos que nos envían a uno de sus almirantes como observador a bordo, un tal PACO CENTENO. En la documentación que me adjuntan, se ve un enorme ojo verde, que por lo visto está unido a una eminentísma cabeza. Sólo os puedo decir, que defiende a las flores como a su vida y es famoso por las ideas reformistas con las que pretenden transformar, el Alto Almirantazgo, en una comuna hippie.

¡¡Ah!! se me olvidaba, también tenemos una preciosísima SIRENA, medio francesa, medio catalana... Pero que por extrañas razones de la naturaleza, la pobre, está aprendiendo a nadar. No os extrañéis pues, si la veis dentro de un flotador.... ¡¡Ay, Dios!!...¡¡No puede ser!!...¡¡Más gente no!!...

Es que, me ha parecido ver, por el rabillo del ojo, a un extraño personaje correteando y escondiéndose entre las cajas de la bodega, llevaba un cartelón que ponía PO45. ¿Sabéis qué?... Yo, como que no he visto nada.

Y hasta aquí. Finito, refinito y finalizado... Ahora, sí, que ya los conocéis a todos.

Yo seguiré, un rato más aquí, a solas con el mar...Pensado...

¡¡cómo salgo de este maravilloso lío, en el que me he metido, yo solita!!

La siguiente vez que nos veamos, nos encontrareis a todos,

en nuestro enorme velero, surcando los mares de la blogosfera.

Que el dios Neptuno y las sirenas...

Nos acompañen a todos, en nuestros sueños marinos...

Un beso.